El castillo de Himeji (姫路城) es uno de los tres castillos más importantes de Japón. Es una de las joyas de la arquitectura japonesa que merece la pena visitar si decides viajar a Japón. El Himeji-jo se encuentra en la ciudad de Himeji, muy cerca de Kioto, Osaka y Kobe, permitiendo así realizar una excursión de un día a Himeji desde cualquiera de estas ciudades.
Conocido como la Garza Blanca, por el color blanco que decora su exterior, el castillo de Himeji fue el primer Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO en Japón junto con el templo de Horyu-ji en Nara y también fue declarado Tesoro Nacional por su belleza e historia.
El castillo de Himeji junto al castillo de Kumamoto y al castillo de Matsumoto, forman parte de los tres castillos más populares de Japón, siendo el de Himeji una de las construcciones más antiguas que se conservan del periodo Edo.
A continuación os mostraremos todo lo que se puede ver en la visita al castillo de Himeji y los detalles necesarios para hacer de su vista toda una experiencia inolvidable.
El castillo de Himeji es una visita imprescindible cerca de Kioto
Visita al castillo de Himeji
Cronología del castillo de Himeji
El origen del castillo se remonta al año 1333, cuando Akamatsu Norimura unió a las tropas de soldados que se dirigían a Kioto y construyó un fuerte en el monte Himeyama. El monte Himeyama se encuentra unos 50 metros por encima del nivel del mar, y desde su punto más alto se podía ver todo el distrito de Himeji.
Años más tarde, en el 1346, Sadanori Akamatsu empezó la construcción de un castillo a gran escala que llevaría casi dos siglos y medio finalizar. En 1580, Toyotomi Hideyoshi construyó una torre del castillo de tres pisos para poder fortificarse en caso de un asalto enemigo. Años más tarde, en el 1601, Terumasa Ikeda comenzó una importante renovación del castillo, desmantelando la torre principal y construyendo una nueva torre de cinco pisos en su lugar. Esta renovación se completó 9 años después y además se construyeron las torres menores con los materiales sobrantes.
En 1869, Tadakuni Sakai convierte el castillo en propiedad estatal, sirviendo de sede del gobierno feudal durante el periodo Edo. A su vez sirvió de cuartel general del ejército imperial durante la restauración Meiji.
En 1931 se designó la torre del castillo como Tesoro Nacional, y en 1993, se registró como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Las obras de conservación y reparación de la gran torre del castillo empezaron en 2009 y se terminaron en 2015, durante la Gran Apertura del Castillo de Himeji al mundo.
Características del castillo de Himeji
Una de las características que hacen único a este castillo es que es uno de los pocos en pie que conservan su construcción original. Sus muros nunca fueron destruidos ni incluso durante la Segunda Guerra Mundial, a pesar de que cayeron varias bombas en la torre del castillo, que por suerte no estallaron.
El castillo es un tipo de fortaleza caracterizado por estar construido en una colina que se eleva en mitad de llanuras, hecho que facilitaba la detección de posibles asaltos. Este tipo de construcciones se llaman hirayama-jiro y son un claro ejemplo de la arquitectura que buscaban los castillos del Japón antiguo.
Otra peculiaridad de la construcción del castillo es el intrincado sistema defensivo del mismo. Su estructura está formada por montones de muros, puertas y pasadizos que llevan a habitaciones secretas que hacen de su invasión, todo un reto para los a posibles atacantes. De hecho, a día de hoy, si no hubiese una ruta guiada, muchos visitantes no lograrían llegar a lo alto del castillo por su cuenta.
Hablando de los muros del castillo, si os fijáis podréis observar unos pequeños agujeros en las murallas de todo el recinto. Estos boquetes en los muros servían para disparar armas contra los asaltantes. Están situados a distintas alturas, facilitando el uso de un arma u otra según la posición del que disparaba. Además tienen formas geométricas diferentes según el uso de cada arma.
Las ventanas del castillo de Himeji tienen una doble función, por una parte dejan pasar el aire y la luz, y por otra servían como rejillas protectoras frente al posible ataque de flechas o balas enemigas. En los puntos defensivos clave, además podréis encontrar algunas ventanas que sobresalen un poco más que el resto. Estas ventanas estaban destinadas a atacar con arco y flechas y por este motivo son un poco más grandes.
Los techos de los edificios principales están construidos con tejas planas y acabadas en forma circular con el emblema de los clanes que alguna vez gobernaron el castillo. El yeso blanco es el encargado de unir las tejas entre si, dándole el toque característico de su construcción.
En la parte más alta de cada tejado, destacan los amuletos shachihoko. Estas ornamentaciones típicas en la construcción japonesa, llamadas onigawara, en el castillo de Himeji están decoradas con los emblemas de cada señor del castillo.
Que ver en el castillo de Himeji y alrededores
Para poder visitar el castillo de Himeji en su totalidad, recomendamos un mínimo de 3 horas aproximadamente. Ten en cuenta que solamente el camino hasta el interior del castillo ya consume su tiempo, ya que hay mil y un recovecos que tienen interés. Además si luego decides visitar los jardines Koko-en, espera dedicarle una hora más al recorrido por Himeji.
A continuación os mostramos los puntos de interés de la visita al castillo, para que no os perdáis ningún detalle.
Entrada al castillo
Para entrar recinto del castillo de Himeji, lo primero que debemos cruzar es el puente Sakuramon. Éste es una reconstrucción del original, que se restauró basado en los puentes de madera característicos del periodo Edo. Es una primera parada excelente para tomar una fotografía del castillo alzándose por encima de los muros.
Una vez cruzado el puente, se encuentra la puerta Otemon, la primera de las puertas que debemos atravesar para acceder al los terrenos del castillo. También es una reconstrucción de la original que sigue el estilo del periodo Edo.
Al cruzar la puerta se encuentra la explanada de la tercera muralla defensiva llamada Sannomaru. Es otro lugar excelente para tomar una fotografía del castillo, sobre todo en primavera, ya que los cerezos de la zona florecen, ofreciendo una imagen espectacular con el Himeji-jo de fondo.
A la derecha del Sannomaru se encuentra la entrada al Zoo de Himeji, pero si seguimos por el camino de la izquierda, al final, se encuentran las taquillas donde venden las entradas para acceder al castillo.
Acceso a la segunda línea defensiva
Siguiendo el sendero pavimentado, después de pagar la entrada, se encuentra la puerta Hishi-no-mon. Esta puerta separa la tercera línea defensiva de la segunda, es decir el Sannomaru del Ninomaru. Actualmente la puerta es la más grande del castillo y, antes de atravesarla, es buen momento para observar las ventanas que hablábamos antes. Aquí se pueden observar las distintas formas de los agujeros en los muros y las celosías que guardaban doble función.
Dentro del Ninomaru se encuentran varias construcciones interesantes. Nada más atravesar la puerta Hishi-no-mon se ubica el estanque Mikuni, que ofrece una bonita instantánea de otra vista del castillo. Un poco más adelante se emplaza el Pozo Ikiku, que aseguraba una fuente de agua potable dentro de la fortificación. Éste es uno de los 33 pozos de los que dispone las instalaciones, de los cuales sólo 11 permanecen activos.
Si seguimos avanzando dejando el pozo Ikiku a nuestra derecha, atravesaremos tres puertas que servían como medida de protección adicional del Ninomaru. Estas puertas son por orden: I-no-mon, Ro-no-mon, Ha-no-Mon y Ni-no-mon.
El camino que va lleva hacia el interior del castillo, se va estrechando cada vez más, como si fuera un embudo, dificultando el avance de las tropas enemigas en caso de asedio. Además, en los muros que llevan a cada una de las puertas, hay pequeños huecos que servían a los defensores para observar y atacar al enemigo.
Pasada la última puerta llamada Ni-no-mon, se alzan las torres secundarias tras los muros Abura-kabe. Estas torres, llamadas Kotenshu, eran la última línea defensiva hasta la torre principal del castillo de Himeji.
Visita al interior del castillo de Himeji
Detrás de los torreones se alza la torre principal o Tenshu, que con sus más de 30 metros de altura y sus 5 plantas, es la imagen principal de la ciudad de Himeji. Para visitar el interior de la torre principal, nos debemos quitar los zapatos y llevarlos con nosotros durante la visita. Actualmente el interior de la torre no dispone de mucha información, ya que en 2015 se despejaron las salas interiores para facilitar el paso de multitudes y así evitar aglomeraciones.
Pese a que no podamos encontrar información insitu, sí que podemos fijarnos en los detalles que encontramos en cada planta. Por ejemplo, en el segundo piso podemos encontrar estantes en las paredes donde anteriormente se depositaban las armas. En las esquinas de la tercera planta podemos encontrar los Mushakakushi, unos pequeños escondites en las paredes que servían a los guerreros para tender una emboscada.
En la quinta planta se encuentra la parte más alta de los dos pilares que sostienen el edificio. Estos pilares que alzan desde el sótano hasta la quinta planta empezaron a ceder con el peso del edificio y otros factores. Debido a que la construcción se empezaba a inclinar por la carga, se agregaron soportes que apuntalaron la estructura.
En la sexta y última planta se encuentra el pequeño santuario de Osakage, dedicado al clan Osakabe y a la deidad guardiana del castillo. Desde las ventanas de esta planta se puede disfrutar de unas vistas espectaculares de 360 grados alrededor del castillo de Himeji. Una de las ventanas es de las más concurridas de la visita, ya que permite fotografiar el shachihoko en primer plano y de fondo se ve el Sannomaru.
Una vez vista la última planta, durante el descenso, se puede una pequeña exposición con información detallada de su historia. Además se expone una maqueta, como la que se encuentra en la estación de Himeji, donde se puede observar desde arriba cómo se distribuyen las distintas líneas defensivas en el complejo del castillo.
Jardines del castillo de Himeji
Una vez vista la parte interior del torreón principal, el camino prosigue hasta los jardines de la torre principal. En estos jardines se encuentran algunas de las piedras que sirvieron como cimientos antes de la última gran restauración. Desde la parte más pegada al muro, se puede realizar una fotografía del torreón principal en todo su esplendor, con los enormes muros de piedra que lo sustentan.
Siguiendo el itinerario de la visita, el camino nos lleva a la puerta Hishi-no-mon del principio del recorrido. Esta vez, en vez de seguir recto, si giramos a la izquierda de la puerta, se encuentra la subida hacia los jardines del castillo. Este jardín es muy popular durante los meses de primavera, ya que sus cerezos ofrecen una de las mejores fotografías que se pueden obtener del castillo de Himeji. Es el punto y final perfecto para la visita al Himeji-jo.
Los jardines Koko-en
En las zonas aledañas al castillo se encuentran los Jardines Kokoen. Construidos en el 1992, son un conjunto de jardines clásicos japoneses que se diseñaron para conmemorar el centenario de la ciudad. Están construidos en el emplazamiento exacto donde se encontraba la residencia Nishi-Oyashiki del Himeji-jo.
En sus 3 hectáreas de superficie se reparten los nueve jardines tradicionales japoneses que lo componen. Cada jardín está diseñado siguiendo las técnicas del periodo Edo y son un lugar perfecto tomar una fotografía del castillo desde otra perspectiva.
Los jardines Koko-en son uno de los mejores rincones de Japón para admirar los distintos estilos de los jardines japoneses tradicionales, con el telón de fondo del espectacular castillo de Himeji. Además sirven para poner punto y final a la visita de un día a Himeji.
Actividades y experiencias en Himeji
Desde aquí os recomendamos que hagáis la visita guiada que os proponemos a continuación, para que no os perdáis ningún detalle y aprovechéis al máximo el recorrido.
Visita guiada por el Castillo de Himeji
En esta visita guiada podrás adentrarte y comprender uno de los castillos más famosos y mejor conservados de Japón. Conocerás todos sus misterios y pasearás por sus bonitos jardines. Además, podrás asistir a una ceremonia del té en un entorno privilegiado. ¿Qué más se puede pedir?
Tour privado por Himeji y Kobe
En esta excursión podrás visitar uno de los castillos más bonitos de Japón, y además, realizar una visita guiada por Kobe. Combinar ambos plantes en este tour es una fantástica opción para conocer Himeji, Kobe y Sannomiya.
Cómo llegar al castillo de Himeji
Acceso al castillo de Himeji
La mejor forma de llegar a Himeji es mediante el tren o shinkansen, usando la línea Sanyo Shinkansen que une Osaka y Kioto hasta la estación de Himeji. El billete está incluido en el JR Pass y el trayecto tiene una duración de unos 30 o 40 minutos aproximadamente.
Una vez en la estación de Himeji, el castillo se encuentra fácilmente al final de la calle principal Otemae. Según nuestra experiencia, es un paseo muy agradable por el que se puede llegar andando hasta la entrada al recinto del castillo en más o menos 15 minutos.
Para el camino de vuelta a la estación, os recomendamos que paseéis por la calle comercial Miyukidori, que transcurre en paralelo a la avenida principal. En esta calle comercial encontraréis un montón de tiendecitas típicas que venden recuerdos de Himeji, así como artesanías locales donde comprar toda clase de utensilios. Nosotros aprovechamos que llovió, para pasar un buen rato paseando por esta zona y comprar un montón de utensilios de cocina japoneses.
Horario y precio de entrada
El castillo está abierto todos los días del año, excepto el 29 y 30 de Diciembre, de 09:00h a 16:00h (hasta las 17:00h de abril a agosto).
El precio de la entrada es de 1000 yenes por adulto y 300 yenes para niños hasta secundaria, pero si además tenéis pensado visitar los jardines Koko-en, existe la posibilidad de comprar una entrada combinada que cuesta 50 yenes más y que recomendamos encarecidamente.
Dirección: 68 Honmachi, Himeji, Hyogo 670-0012, Japón