El incienso se ha vuelto muy popular en los últimos años. Hoy por hoy se usa para ambientar espacios de nuestro hogar, durante las prácticas de yoga o meditación e incluso como un simple elemento decorativo.
Es fácil reconocer estas barritas de incienso por su olor y forma tan característica, pero pocos conocen su historia y los usos originales para los que se usaban. Tampoco se suele reparar en la importancia de un incienso de calidad o en su composición.
A continuación os vamos a contar un poco sobre su tradición, las propiedades del incienso, sus tipos y los distintos usos que se les da en la cultura japonesa.
Incienso y Japón, usos y tradiciones
Historia del incienso japonés
Actualmente, Japón es uno de los principales productores de incienso a nivel mundial. Además de sus múltiples variedades, también destacan por una gran calidad de sus materias primas y por la gran labor de tradición que llevan en su producción. Pero… ¿cómo empezó el incienso en Japón?
Se cree que el incienso llegó por primera vez a Japón junto a los monjes budistas de China. Una vez introducido por los monjes, los japoneses se dieron cuenta que además de ser aromático, el incienso proporcionaba un olor que producía tranquilidad y ambientaba sus estancias, por lo que rápidamente se extendió su uso doméstico.
Incienso y Budismo
El incienso es y sigue siendo una parte muy importante en el budismo, se usa en ceremonias y ritos religiosos para purificar el aire, creando un espacio sagrado a su alrededor.
En el siglo XIV, los samuráis usaban el incienso para aromatizar sus armaduras y cascos con la creencia de que les otorgaría cierta invencibilidad. Más tarde, sobre mediados del siglo XV, las clases altas y medias del Japón feudal, usaban el incienso como símbolo de riqueza y prestigio, perfumando sus hogares para complacer a sus visitas.
Con el tiempo, la afición por el incienso fue aumentando y se fueron creando grupos de amantes del incienso que se reunían para debatir los distintos elementos aromáticos de cada tipo de incienso y de cómo afectaba cada materia prima al resultado final. De estas reuniones nace la ceremonia, que perdura a día de hoy, llamada Koh-Do o «arte del incienso».
La ceremonia del Koh-Do tiene su origen durante el periodo Muromachi y trata de dar a oler a los participantes distintas variedades de inciensos para que traten de identificar y valorar sus características. Los mayores expertos en inciensos son capaces de distinguir entre miles de sutiles diferencias que aporta cada materia prima al incienso final.
De las primeras ceremonias del Koh-Do hasta el día de hoy, datan las diez virtudes que los japoneses otorgan al incienso:
- Mantiene el nivel de alerta
- Nunca te cansas de usarlo
- Purifica el cuerpo y la mente
- Acompaña durante la soledad
- La edad no varia su percepción
- Elimina impurezas del ambiente
- Su eficacia se mantiene en el tiempo
- Facilita la comunicación trascendental
- Se puede usar todos los días pues no hace daño
- Crea un momento de paz en el día a día tan ocupad
A día de hoy existe un uso extendido del incienso, se usa tanto en ámbito doméstico como en ceremonias religiosas.
¿Cómo se fabrica el incienso japonés?
El incienso japonés se fabrica con madera de sándalo, resinas, aloe, aceites esenciales y especias. Algunos inciensos están formados por ingredientes 100% vegetales y naturales y otros contienen, además, aceites perfumados y colorantes para distinguirlas unas de otras.
El incienso japonés tradicional es el más natural
La pieza clave del incienso japonés es la corteza de un árbol llamado Tabu. Dicha corteza tiene la característica que una vez desmenuzada y mezclada con agua, crea una masa con la que posteriormente se forman las barritas de incienso como si fueran plastilina.
Para amasar los ingredientes junto al agua se utilizan muelas que lo mezclan y uniformizan el contenido. Esta labor es muy delicada y requiere del buen hacer y la experiencia de los maestros artesanos del incienso. Para obtener un incienso de calidad hay que controlar la calidad de las materias primas, la temperatura del ambiente, la humedad del aire, el agua y su pureza, el tiempo de secado de la mezcla…
Una vez la mezcla tiene una consistencia adecuada, se estiran formando barritas alargadas. Estas barritas posteriormente son cortadas para igualar su tamaño y se dejan secar en bandejas de madera. A su vez, estas bandejas se trasladan a una sala donde se controla tanto la humedad como la temperatura de la misma. El incienso permanece en esa sala secándose durante varios días hasta que se endurece y ya está listo para enviarse por todo el mundo.
Los inciensos de gran calidad son muy apreciados y sus productores intentan conservar la tradición y adaptarse a una producción moderna
Todos los detalles tienen importancia a la hora de crear una barrita de incienso, para que pueda arder de manera uniforme y transmitir su fragancia por todo el entorno.
Ingredientes del incienso tradicional japonés
Entre los principales ingredientes que se usan tradicionalmente para elaborar el incienso japonés se encuentran los siguientes:
- Tabu: Antes ya hemos mencionado que la corteza de este árbol milenario proveniente de la China era uno de los principales ingredientes que se utilizan para dar forma al incienso.
- Sándalo: Este ingrediente proviene de los árboles de Indonesia e India, y forma parte de los ingredientes del incienso japonés desde hace más de 4000 años. Proporciona notas dulces a la fragancia del incienso que lo lleva.
- Raíz de Nardo: Se añade a los inciensos para intensificar su fragancia gracias al potente aroma que desprende.
- Benzilo: Esta resina de los árboles Tailandeses y de Vietnam se usa para fijar y conservar la fragancia del incienso.
Estos son los ingredientes básicos de cualquier incienso japonés que sigue la receta tradicional. Pero hoy en día son más populares los inciensos personalizados, con un aroma característico que nos transmita de manera unipersonal la sensación que queremos sentir en cada momento.
Una característica diferenciada de los inciensos de otras culturas es que el incienso japonés apenas desprende humo durante su quema, por este motivo el incienso es apto para cualquier tipo de persona, incluso para personas con asma.
Tipos de incienso japonés
Principalmente existen tres tipos de incienso y su uso varía en función de dónde se vaya a usar, el tiempo de duración deseado y el tipo de quemador que se posea. Existen los inciensos en forma de barrita, de cono o de bobina, cada uno con sus características diferenciadas.
Los inciensos en con forma de barrita son recomendados para habitaciones pequeñas. Este tipo de incienso se queman de manera uniforme y constante proporcionando un aroma suave durante un tiempo no demasiado largo.
Por otro lado, los inciensos en forma de cono se recomiendan para estancias medianas ya que poseen un aroma más intenso que podrían llegar a saturar el ambiente en habitaciones pequeñas. Este tipo de incienso quema bastante más rápido que el incienso en barrita.
Por último, los inciensos en forma de bobina son adecuados para habitaciones tanto pequeñas como medianas ya, debido a su forma, se busca un quemado de manera uniforme de larga duración, pudiendo llegar a durar más de dos horas.
El quemador de incienso es diferente según el tipo de incienso usado, pero, como norma general, debe ser capaz de sujetar el incienso mientras se quema y recoger la ceniza resultante tras el quemado.
Si queréis que os recomendemos uno, nosotros solemos usar este incienso para ambientar nuestra casa. Espero que os haya servido de ayuda este post y que os podáis sentir como en Japón con el incienso que os hemos recomendado 😉